málaga. El crecimiento residencial de la capital de la Costa del Sol de cara al año 2016 tendrá en los suelos actualmente baldíos de Puerto de la Torre y Campanillas sus principales plazas de asentamiento. Ambos espacios de la ciudad, localizados en la zona oeste de la urbe, acogen las mayores bolsas de suelo urbanizable incluidas en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), con capacidad para edificar casi 20.500 viviendas, de las cuales al menos 7.900 serán de protección oficial. Esta cifra permite concluir que el 62 por ciento de las casas de nueva construcción que se pretenden ejecutar en la próxima década se levantarán en estos dos enclaves. Aunque el carácter residencial de ambos asentamientos varía sustancialmente. Mientras Campanillas va a convertirse, como dice el concejal de Urbanismo, Juan Ramón Casero, en «una nueva ciudad», con posibilidad para acoger más de 12.000 viviendas, Puerto de Torre se significará como el barrio de vivienda de protección oficial por excelencia, con unas 5.300 viviendas de esta tipología.
El análisis de las fichas de los suelos incorporados al nuevo planeamiento permite visualizar la verdadera dimensión del impulso residencial que se pretende dar a la ciudad. En Campanillas, de las más de 12.000 viviendas proyectadas, casi 10.000 serán de venta libre (6.053 se ubicarán sobre suelo urbanizable sectorizado y otras 3.750 sobre suelo urbanizable no sectorizado), y al menos 2.500 VPO.
Los paquetes residenciales de mayor envergadura en este entorno se localizan en los dos sectores de Maqueda, con casi 3.000 viviendas; Campanillas Norte, con 1.748, y la zona de Colmenarejo, con otras 1.700 casas. A ellas hay que sumar las más de 3.750 viviendas que se contemplan sobre los sectores de suelo no sectorizado de Santa Rosalía Sur (1.950) y Somera-El Rayo (1.800) que están calificados como suelo no sectorizado. El primero de ellos no podrá desarrollarse hasta «no queden establecidas las huellas de ruido del tráfico aéreo producidas por la futura configuración del sistema aeroportuario con las dos pistas en funcionamiento», mientras que el segundo terreno depende de la eliminación del riesgo de inundabilidad de los terrenos.
Los nuevos terrenos agregados al PGOU en el entorno de Campanillas suponen una extensión de 3,6 millones de metros cuadrados, o lo que es lo mismo, la extensión de 360 campos de fútbol. De esta superficie, 2,5 millones se corresponden a suelo urbanizable sectorizado, y 1,1 millones a no sectorizado.
Junto al desarrollo de Campanillas, Puerto de la Torre emerge como la alternativa a la que se acogerán los jóvenes de la ciudad para poder acceder a una vivienda. Será en este barrio donde se concentre hasta el 41 por ciento de las 13.000 viviendas de protección oficial que el equipo de gobierno pretende desarrollar al albur del nuevo PGOU, en el que se clasifican más de 2,5 millones de metros cuadrados.
De ellas, 5.340 se ubicarán en este espacio de crecimiento. La cifra equivale a casi el 66 por ciento de las casas que se dibujan en Puerto de la Torre, puesto que sólo 2.755 de las 8.095 viviendas señaladas son de renta libre. La incidencia de la vivienda protegida es tal que los redactores del documento perfilan tres grandes sectores, los de Orozco, Soliva Oeste y Asperones, en exclusiva para VPO, dando como resultado un total de 2.175 casas. No obstante, el mayor asentamiento se producirá en el sector conocido como Lagar de Oliveros, donde se contemplan 2.580 VPO, el 64 por ciento de las casi 4.000 casas que se incluyen en el mismo.
Pero más allá de la tendencia residencial que se dibuja al oeste de la ciudad, siguiendo la pauta adelantada en el documento de avance del PGOU, los redactores marcan bolsas de suelo residencial en otros entornos de la capital. La de mayor peso, tras Campanillas y Puerto de la Torre, se localiza en la ciudad consolidada, en la zona de Camino de San Rafael, que acogerá un nuevo barrio de hasta 5.000 viviendas dentro de la operación de regeneración elaborado por los técnicos.
La propuesta se desarrolla al albur del soterramiento de las vías del tren, que hasta la fecha ha separado en dos mitades esta zona de la ciudad. El principal elemento impulsor de este desarrollo será el proyecto que se prevé en los antiguos suelos de Repsol, donde se construirán tres torres de 24, 26 y 28 plantas, respectivamente, y un rascacielos de 168 metros de altura. Este asentamiento tendrá un máximo de 1.300 viviendas, de las que al menos 400 serán protegidas.
Junto a la edificación en altura de Repsol, otra de las actuaciones de trascendencia del nuevo Plan es la que se perfila en los últimos suelos de poniente, en los terrenos de la antigua central térmica, el sector Torre del Río y los suelos industriales de Nereo. En estos dos últimos espacios se edificarán cuatro torres de unas 30 plantas, con más de cien metros de altura. En global, esta operación prevé 860 viviendas, 258 de VPO.
En el lado opuesto de la ciudad, el litoral este también se asoma como espacio de asentamiento residencial, con posibilidad para construir 1.300 viviendas, de las que 608 (el 46 por ciento) serán de protección oficial. En dos de los cuatro sectores que se incluyen en este espacio, los de El Tinto y Wittenber, los redactores apuntan la posibilidad de ejecutar una edificación «singular en altura». Asimismo, se subraya la necesidad de dotar estos espacios de conexiones viarias con Miraflores de El Palo y El Candado. Otras bolsas hay que encontrarlas en Churriana, donde se construirán 957 viviendas (203 VPO), La Ermita, con 400 viviendas de renta libre, y La Corchera, en la zona del Guadalhorce. En este último suelo la ficha técnica fija 577 viviendas, 173 de ellas de VPO.
Noticia extraida de: Diario Málaga Hoy