El crecimiento previsto en los avances de los nuevos PGOU prevé 3,3 millones de habitantes en la provincia y 1,9 millones de inmuebles. El consumo de agua aumentaría un 147% y se necesitarían dos embalses como La Concepción y tres nuevas plantas para tratar residuos.
La provincia de Málaga está en plena expansión urbanística y poblacional, de eso no cabe duda. Tan sólo hay que echar un somero vistazo a las estadísticas oficiales: el número de habitantes no deja de crecer, la construcción de viviendas se ha convertido en uno de nuestros pilares económicos y el turismo residencial sigue ganando enteros. Y esta situación parece que no va a tener fin, al menos hasta la próxima década.
Con todos los municipios revisando sus planes de ordenación urbana (PGOU), el panorama que se plantea en diez años es, como poco, muy ambicioso. En 2017, la provincia habrá duplicado su población y el número de viviendas, según los datos extrapolados de los avances urbanísticos presentados hasta la fecha y aportados por el delegado de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, en una conferencia impartida en los cursos de Ronda. Si Málaga tiene ahora 1,45 millones de habitantes, en once años esa cifra crecerá hasta los 3,3 millones; mientras, el número de inmuebles pasará de 956.457 a 1,9 millones, con un incremento del 99%. Inevitablemente, este aumento urbanístico y demográfico llevará aparejado una subida del consumo de recursos básicos como la energía o el agua. En el informe presentado por Trillo se refleja que el consumo de agua podría crecer un 147%, alcanzando el gasto de 327 hectómetros anuales, y la demanda de energía eléctrica pasaría de 6.000.000 de megavatios a 14,5 millones, es decir un incremento del 142%, lo que subiría el déficit provincial de megavatios a 1.200.
Con una población de más de tres millones de personas, también subiría sobremanera la producción de residuos sólidos urbanos. Así, el incremento previsto es del 142%, con 1,9 millones de residuos generados en 2017.
En lo que se refiere a recursos básicos, el delegado provincial de Medio Ambiente asegura que la provincia necesitaría para afrontar este ingente cambio construir tres nuevas plantas de tratamiento de residuos similares a la de Los Ruices, además de contar con el doble de la capacidad de caudal del embalse de La Concepción, que abastece a la Costa del Sol. Además, para cubrir el consumo eléctrico serían necesarias dos nuevas centrales térmicas, como la que ahora se proyecta en Campanillas. Todo sin contar con la necesidad de nuevas depuradoras de aguas residuales, un campo en el que la provincia presenta todavía muchas carencias.
Suelo ocupado. La construcción de viviendas y de otras infraestructuras necesarias para atender a la población también repercutirá en la próxima década en el sellado de suelo, es decir, en la superficie ocupada en la provincia por edificaciones de distinto tipo. En ese sentido, las previsiones apuntan a que el suelo ya sellado en 2017 ocupará 86.604 hectáreas, frente a las poco más de 36.000 ocupadas actualmente.
Noticia extraida de: La Opinión de Málaga