Los arquitectos del estudio de Ángel Asenjo están en la actualidad modificando el proyecto primitivo de la ampliación, para eliminar el tráfico rodado, favorecer así el uso del transporte público y lograr un «ambiente más amigable» en el campus, como explicó el vicerrector de Infraestructuras, Rafael Morales.
La segunda fase de la urbanización comprende una superficie de unos 250.000 metros cuadrados. La alternativa al coche particular puede ser el metro. La Universidad acaba de mantener contactos con la Consejería de Obras Públicas y la Oficina de Metro Málaga en los que ha propuesto la ampliación de la línea 1 en un kilómetro de longitud, aproximadamente, hasta el final del campus, por el boulevar Louis Pasteur, por donde el suburbano discurrirá en superficie. Se incluirían así dos nuevas estaciones, que recibirían el nombre de `Rectorado´ y `Colegios Mayores´, según explicó también la propia rectora, Adelaida de la Calle, que subrayó el grado de compromiso de la institución académica con la sociedad y el medioambiente.
También se negocia con el Ayuntamiento la ampliación de las líneas de la EMT que actualmente prestan servicio en el campus de Teatinos.
Tan sólo se mantendrá un carril de servicios que recorrerá el interior del campus que podrá ser utilizado por vehículos de proveedores y repartidores de materiales o maquinaria, a un horario determinado y exclusivo. «El carril estará delimitado por vallas de protección o por bolardos», añadió el vicerrector de Infraestructuras.
Por otra parte, Teatinos será el primer campus andaluz que contará con un sistema público de transporte gratuito para los miembros de la comunidad universitaria. En octubre se pondrá en marcha una experiencia piloto para que alumnos, profesores y personal de administración y servicios puedan desplazarse en bicicleta de facultad a facultad. La Universidad recibirá una flota de cien vehículos, que se dispondrán en tres bases situadas en lugares diferentes del campus.
La Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, a través de la Agencia Andaluza de la Energía, firmó el pasado mes de febrero un convenio con la institución académica para el desarrollo de este plan pionero en materia de movilidad urbana, que permitirá que se evite la emisión a la atmósfera de 131.600 kilos de dióxido de carbono anuales y el ahorro de unos 56.000 litros de combustible.
De la Calle considera que un modelo de referencia es el campus de Alicante: «No vamos a ser pioneros en cerrar nuestro recinto al tráfico», dijo la rectora, que considera que eliminar el tráfico favorecerá el clima de estudio.
Noticia extraída de: La Opinión de Málaga.