La universidad española estrenará traje en el curso 2008/2009, cuando comience a implantarse la profunda reforma que prepara el Gobierno para homologar los estudios españoles al espacio europeo. A partir de ese momento los centros ofrecerán títulos de Grado, Másters y Doctorados, cuya estructura fue presentada ayer por la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera.
Es un cambio radical en los planes de estudios, que tendrán que pasar tres filtros: el del Consejo de Evaluación Universitaria, el del Gobierno y el de las Comunidades Autónomas. Además periódicamente se someterán a evaluación.
El estudiante que inicie una carrera universitaria en el curso 2008/2009 se encontrará con un panorama diametralmente diferente al actual. Para empezar, las licenciaturas y diplomaturas desaparecen para ser sustituidas por títulos de Grado, Posgrado y Máster. Lógicamente, los títulos de Grado son el primer paso. Constan de 240 créditos repartidos en cuatro años, de los que los primeros 60 serán comunes en varias carreras englobadas en un mismo bloque.
Cinco áreas. Ésta es otra de las importantes novedades que introduce el Gobierno, con el objetivo de evitar el abandono de los estudios superiores. Las carreras se agruparán en cinco grandes áreas: Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Jurídicas e Ingeniería y Arquitectura. Las carreteras integradas en en el mismo área compartirán los primeros 60 créditos de manera que puedan cambiar de carrera en cualquier momento.
Además Cabrera explicó que el título de Grado «facilitará el acceso al mercado de trabajo sin que sea necesario un nivel de formación complementario». El Grado está generalizado en América con lo que se permite la homologación con otros sistemas universitarios no europeos, y fomenta la proximidad a proyectos como el Espacio Iberoamericano de Conocimiento. También se promoverá que los estudiantes realicen al menos un semestre en una universidad extranjera.
Aunque las diplomaturas desaparecen, una vez que se superen 120 créditos del título de Grado se obtendrá un Certificado de Estudios Universitarios Iniciales, que, según aclaró la ministra, no es un título sino un certificado que demuestra lo que el alumno ha cursado hasta ese momento. El único requisito para obtener el Certificado es que 60 de los 120 créditos sean de la enseñanzas comunes, pero no cerrará el paso a otras asignaturas de cursos superiores.
Para obtener el título de Grado se hará un trabajo de fin de curso, cuya valoración en créditos será establecida en los planes de estudio y que estarán incluidos en el cómputo total de 240 créditos.
Una vez superado este paso, el alumno puede disponerse a hacer un Máster, cuyo objetivo es la especialización en una disciplina o en varias y que incluirán la investigación. Los Másters supondrán entre 60 y 120 créditos y, según las previsiones del Ejecutivo si el alumno va «en su curso», se cursarán entre los 23 y los 24 años. El Máster concluirá con un proyecto o trabajo que se expondrá de forma oral pública.
Especialización. Finalmente, los Doctorados contarán con un periodo de formación de 60 créditos y un periodo de investigación. Para acceder al periodo de formación del Doctorado habrá que tener el título de Grado, mientras que para acceder al periodo de investigación habrá superar la fase de formación o bien haber cursado un Máster.
Una vez creada la propuesta de reforma, el Consejo de Coordinación Universitaria deberá emitir un informe en un mes, para que el Gobierno posteriormente elaboré las directrices de ramas del conocimiento y las Universidades diseñen los títulos que quieren impartir y los planes de estudios correspondientes. El Ministerio de Educación y ciencia creará con las propuestas de la Universidades el Registro de Universidades, Centros y Títulos.
Noticia extraida de: La Opinión de Málaga